Serie: Release That Witch.
Libro 1: Entrando en un nuevo mundo.
Capítulo 47: Circulación de mercado.
Autor: Er Mu (二目).
Traducción al español: Ben (Novelas Ligeras LX).
Capítulo 47: Circulación de mercado
Para la última semana, estaba bastante calmado en el Pueblo Fronterizo.
Hacha de Hierro y Brian ambos dijeron que la fuerza y los números de las bestias demoniacas crecería gradualmente con el progreso de los meses de los demonios. Así que, tomando ventaja de la situación donde la presión sobre la línea de defensa aún no era fuerte, Roland una vez más envío un bote con mineral al Pueblo Willow.
Desde que la máquina de vapor fue puesto en uso para la extracción en la mina de la ladera norte, el número de mineros había sido reducido a la mitad, pero la producción había mejorado continuamente. Ahora, había sido restaurado al nivel de producción previo al colapso. Usar una máquina para hacer el trabajo ahorró mucha mano de obra.
Mientras tanto, bajo las órdenes de Roland el sistema de producción minera había experimentado una reforma preliminar. El previo pago fijo para cada día fue cambiado a un pago variable. Dejó a Barov reunir una estadística acerca de cantidad media diaria de mineral producido el año pasado. Con esto él podía establecer un estándar y cualquiera que minara más podría incrementar su pago. Un incremento en número de piedras preciosas resultaría en una gran recompensa. Este movimiento incrementó efectivamente el entusiasmo de los mineros para minar, de esta forma la mina se volvió un área bulliciosa.
Roland naturalmente quería hacer más con su mineral, ahora que ya tenía más mineral en mano.
Además del plan de poner en producción una segunda máquina de vapor, también tenía la intención de manufacturar un número de tornos manuales.
Este torno podía verse como algo histórico, era comúnmente visto como una máquina esencial para implementar otras herramientas. El yunque puede ser considerado como la más primitiva herramienta – era usado para reparación manual y creación.
Era mejor usado para crear, porque usarlo para reparar era muy inconveniente, por tanto la gente regularmente trataban de fijar su productos o ponerlo en un hueco sobre la mesa para reparar las partes procesadas. Por ejemplo, los primeros barriles de pistolas de mecha y de cerrojo fueron puestos sobre un hueco en el yunque para ser golpeados a mano.
Más tarde la creación manual se volvió muy lenta para satisfacer la demanda, así que necesitaban herramientas para incrementar la velocidad de producción. El torno podía ser usado acorde a diferentes propósitos, las herramientas podían ser fijadas de acuerdo a cada necesidad, y el proceso manual y a máquina podía ser usado juntos. Así que, el torno podía mejorar efectivamente la fuerza de la labor manual pura y podía ser cambiada para cada punto débil.
Roland también consideró una fresadora manual.
Aunque la fresadora tenía varias funciones, lo quería usar principalmente en orden de procesar engranajes involutivos, por lo que su arquitectura podía ser simplificada de manera correspondiente. Con un espacio para una placa de diente fija y un disco de acero giratorio, un equipo de corte especializado podía ser fácilmente manufacturado con la ayuda de Anna – moliendo y puliendo la capa superior después de haber sido calentado hasta un estado de calor en rojo, borrando la escoria en el hierro, y luego sumergiéndolo en agua para endurecerlo. Se volvería un disco personalizado de alta dureza.
Después de que los problemas clave fueron resueltos, Roland inmediatamente la orden a Carter de contratar dos carpinteros, quienes le construirían una fresadora. Mientras tanto, Anna continuó manufacturando otras partes metálicas en el jardín del castillo.
Roland tenía que decirlo, que con la ayuda de Anna, el procesamiento del metal se volvió fácil como formar barro, especialmente después de haber dominado la recuperación de su flama. En este momento ella estaba pre-tratando pequeños artículos, dándole la forma aproximada con sus manos. Viendo a Anna tomar un lingote de hierro en su mano, derretirlo sin más ayuda y dándole aspecto en la forma que ella quería causó que Roland suspirara maravillado.
Si no hubiese sido capaz de emplear a una bruja, pensó Roland, lograr este programa de producción sería demorado por más de una década.
Dos días más tarde, la primera fresadora simple apareció en el jardín.
Ésta vez Roland no estaba desocupado, dibujar los engranajes podía ser considerado su trabajo. Diseñó un juego de engranajes para ser usados en el control de velocidad y para estabilizar el vapor de salida. El correspondiente diseño de la placa de diente ya estaba normalizado y Roland sólo podía esperar hasta que la fresadora fuera completamente ensamblada antes de que pudieran empezar con la producción de los engranajes.
Usar engranajes no era nada nuevo, la mayoría de las minas en este mundo usaban un mecanismo de torno para drenar el agua, el cual estaba construido de engranajes de madera y era jalado por animales. El caballero jefe finalmente se sintió satisfecho – la última vez, Su alteza había hecho tantas cosas tan incomprensibles, pero esta vez él pudo entender qué es lo que el príncipe quería lograr.
Roland también reunió tres herreros con sus aprendices, quienes aprenderían juntos a cómo usar la fresadora. Después de todo, él no podía operar personalmente cada máquina todos los días, así que era necesario entrenar a un grupo de trabajadores profesionales.
Después de que todos respetuosamente se inclinaron, Roland empezó a demostrar cómo usar la fresadora para procesar los engranajes.
A Roland no le importaba actuar como maestro enfrente de todos. De hecho, ¿Qué más podía hacer uno en esta era? Además, al hacer esto no había nadie quien criticara sus métodos, por lo que podía operar la máquina sin ninguna presión.
El caballero jefe estaba a cargo de poner manteca caliente en la máquina como lubricación – naturalmente en esta era no existían aceites lubricantes. Reemplazarlo con manteca era un poco malgastar, pero aún era mejor que nada. Después de empapar el disco la manteca caería en una cubeta que estaba colocada bajo la máquina.
Con esto, la manteca podía ser reusada varias veces.
Roland puso primero la piedra de moler inferior en acorde al diseño que había grabado de antemano. Luego, colocó el diente del engranaje sobre él para que el diente del engranaje, la piedra de moler y la rueda de madera estuvieran alienados. La rueda de madera era manejada por un pedal y su poder era transmitido a la piedra de moler inferior con banda de cuero.
Entonces, bajó sus manos para gentilmente estabilizar el manejo del disco, hasta que la piedra de moler inferior y el diente de engranaje lentamente en movimiento estuvieran a un ángulo de 90°.
Ya que el material del disco de dientes era hierro y la piedra de moler inferior era de acero, cortar las marcas de los dientes no era muy difícil. Debido a la manteca caliente, el jardín pronto estuvo lleno con sabroso aroma, pero ya que los herreros y sus aprendices no habían comido carne en un largo tiempo, tenían que tragar saliva cuando lo olían.
Después de la demostración, el contrato pronto fue firmado. El comercio del Pueblo Fronterizo aún estaba en su fase inicial, pero llamarlo una industria estaba fuera de cuestión. No importa si era la máquina de vapor o el torno, no habría un fenómeno donde las personas correrían a la tienda, esforzándose por ser los primero o temiendo ser los últimos en comprarlos. En este día y era, la mayoría de las personas no estaban conscientes del enorme significado que representaba, así como también el valor del potencial comercial que poseían. Como tal, Roland sólo podía tomar la iniciativa de promover el uso de éstas máquinas.
Roland escribió específicamente en el contrato que los herreros quienes usaban las fresadoras requerían procesar al menos un juego de engranajes cada semana. Los materiales requeridos serían proveídos por el castillo y el costo de procesamiento fue establecido a diez monedas de plata. Al mismo tiempo, los herreros tenían que pagar una cuota de dos monedas de oro. La fresadora no les fue dada para usar gratis, sino en su lugar les fue rentado.
Después de entrar en los meses de los demonios, los herreros usualmente tendrían menos que hacer. Así que, en este momento cuando tenían la oportunidad de hacer dinero e incluso bajo las órdenes de su alteza, naturalmente no había ningún herrero que tuviera alguna objeción. Mientras tanto Roland les dijo que ésta sólo era la primera fresadora. En el futuro el produciría varios, uno después de otro, y que si estaban interesados en uno, podían solicitarlo en el ayuntamiento.
“Su alteza, ¿Por qué no directamente escribió el costo de procesamiento de ocho monedas de plata en el contrato?” preguntó Carter confundido, después de que los herreros se habían retirado del jardín.
“Aunque éstas dos figuras son lo mismo, no contienen el mismo significado,” explicó Roland, “Éste es probablemente el primer contrato de arrendamiento comercial, así que tenía que establecer una norma de la industria.”
El jefe de caballeros frotó su cabeza. El cuarto príncipe parecía estar hablando tonterías de nuevo, pero Carter ya estaba acostumbrado. Siempre que pretendiera escuchar atentamente, Su Alteza continuaría explicándolo.
“Un buen inicio siempre es importante en orden de formar un círculo virtuoso. Soy el único que actualmente necesita comprar los engranajes, por lo que tengo que proveer las herramientas mientras ellos proveen la mano de obra. También serán pagados. En el futuro cuando haya otros quienes tengan una demanda de engranajes, se darán cuenta de que tener su propias herramientas será mejor que rentar la máquina y ganar la remuneración proveída.” Cuando Roland habló hasta aquí, pausó por un momento y luego dijo, “De esta forma, cuando vean algo nuevo, primero podrán rentar la máquina y decidir después si el mercado es lo suficientemente grande para comprar su propia máquina, y si no simplemente continuarán rentando la máquina. Éste es un círculo virtuoso.”