Overlord – Volumen 4: Capítulo 5 (Parte 2)

Serie: Overlord.
Volumen 4: Los Héroes Hombres Lagarto.
Capítulo 5: El dios congelante (Parte 2).
Autor: Kugane Maruyama (丸山くがね).
Ilustrador: So-bin.
Traducción al español: Erb.


Capítulo 5: El dios congelante

Parte 2

Las cuatro horas pasaron en un abrir y cerrar de ojos.

Los hombres lagarto de la clase guerrera ya se encontraban reunidos en la puerta principal del pueblo, en los humedales donde el hielo se estaba derritiendo. Luego de la intensa batalla de varios días atrás, no quedaban muchos hombres lagarto de la clase guerrera.

Su número ascendía a 316.

Los hombres lagarto que no eran guerreros no participarían porque Shasuryu dijo ‘Los enemigos son pocos, tener muchas personas sólo será un obstáculo.’

Pareció razonable al principio, pero el argumento no se sostuvo en pie.

Zaryusu estaba alejado de los hombres lagarto, observando la reunión de los hombres lagarto de la clase guerrera.

Todos habían pintado sus cuerpos con pintura de guerra representando a sus ancestros, y sus caras mostraban una voluntad tan dura como el acero. Parecían creer que no perderían.

Los hombres lagarto alrededor alentaban a los guerreros. Aunque en ese grupo, las expresiones de preocupación eran claramente visibles.

Para evitar que se mostrara la ansiedad de su corazón, Zaryusu se esforzó mucho para mostrar una cara imperturbable frente a los otros hombres lagarto, escondiendo la verdad de que esta batalla era un sacrificio para el Overlord de la Muerte.

Esta era una batalla en la cual el Overlord de la Muerte iba a demostrar su poderío para aplastar completamente la voluntad de oponer resistencia de los hombres lagarto. Desde un comienzo, no tenían oportunidad de ganar. Las palabras que había dicho Shasuryu antes tenían implícito el deseo de mantener el sacrificio al mínimo.

Zaryusu apartó los ojos de los hombres lagarto y miró ferozmente al territorio enemigo.

El ejército de esqueletos estaba fijo en el mismo lugar, sin moverse ni un centímetro. La figura del monstruo que llevaba el nombre de Cocytus no podía verse alrededor de ellos. No podía tratarse de un esqueleto, él era alguien en quien el Overlord de la Muerte confiaba, no había forma de que fuera un subordinado ordinario. Él debía ser alguien cuya voluntad era tan evidentemente fuerte que uno podría sentirlo hasta en la punta de la cola con sólo verlo.

El sonido de una criatura grande moviéndose en los humedales pudo ser oído por el ansioso Zaryusu.

«…Hey, Zaryusu.»

Zenberu saludó despreocupadamente como de costumbre. A pesar de que se dirigía a una muerte segura, Zenberu seguía siendo el de siempre.

«Nuestra moral está en su punto máximo.»

«Sí, así es, sería grandioso si se mantiene a este nivel cuando enfrentemos al poderoso enemigo, Cocytus…»

«Sí. ¿Oh? ¿Ya es hora?»

Shasuryu apareció en la puerta principal, y todos los ojos se centraron en él y en las dos hadas de los humedales a su lado.

Crusch estaba ausente porque había agotado todo su mana para invocar a las hadas de los humedales. Luego de lanzar diversos efectos positivos de largo tiempo y de invocar a las hadas, había consumido su magia hasta tal punto que apenas podía moverse. Cuando los dos habían dejado el cuarto, Crusch ya le había dicho que perdería el conocimiento y que probablemente esa sería la última vez que se verían.

Zaryusu, sin su compañera al lado, lanzó una mirada solitaria en dirección de Crusch. Recordar su rostro cuando le dijo adiós le rompió el corazón.

«Guerreros, ¡avancen!»

La orden alentadora de Shasuryu elevó a nuevos límites la moral de los hombres lagarto.

Él debía cambiar su forma de pensar a la de un guerrero. Zaryusu ordenó sus pensamientos.

Encabezados por Shasuryu y las dos hadas de los humedales, los hombres lagarto avanzaron lentamente.

Se alejaban del pueblo para evitar daños colaterales.

Zaryusu y Zenberu iban en la retaguardia.

De pronto, Zaryusu miró atrás hacia el pueblo. Las destartaladas paredes de lodo, la preocupación en el grupo de hombres lagarto que los veían partir, y…

Zaryusu suspiró, alejó sus preocupaciones y dio un gran paso hacia adelante. No pronunció el nombre de la mujer lagarto que tenía en la punta de los labios.

Los hombres lagarto atravesaron los humedales, y se detuvieron entre la posición enemiga y el pueblo.

No tenían una formación particular, los hombres lagarto simplemente se reunieron al azar mientras esperaban la batalla que se avecinaba. La única formación clara era la de los varios Jefes de Tribu, Zaryusu y las dos hadas de los humedales paradas al frente.

El ejército de esqueletos probablemente estaba aguardando la llegada de Zaryusu y los otros. Los esqueletos golpearon sus escudos y marcharon hacia adelante.

Si su coordinación hubiera estado incluso un poco fuera de ritmo, sonaría sólo como los ruidos al azar de un ejército al avanzar, pero sus movimientos estaban sincronizados y el sonido era uno solo. En una situación diferente, este espectáculo sería digno de aplauso y alabanzas.

Mientras los sonidos atraían la atención de los hombres lagarto, a espaldas de los esqueletos, varios árboles en el bosque cayeron.

Sólo había una razón para que cayeran los gruesos árboles. Alguien los cortaba.

Esto causó conmoción entre los hombres lagarto.

Como no podían ver cómo lo estaban haciendo, éste podría ser el trabajo de varios seres. Sin embargo, el intervalo entre la caída de cada árbol era demasiado regular. Luego de ver la sincronía en el movimiento de los esqueletos, podía ser posible que varios seres trabajando juntos lo pudieran lograr, pero ni un solo hombre lagarto pensaba que éste era el caso.

Un extraño presentimiento persistía en sus corazones, la sensación de que éste era el trabajo de un solo ser.

Esto debido a que no habían oído el sonido de la espada cortando los árboles antes de que cayeran. Lo que significaba que tal vez era improbable pero, había sido hecho con un solo corte.

¿Qué tipo de fuerza y de arma podrían cortar un árbol de un solo golpe?

Los sonidos de los árboles al caer y del golpear de los escudos se acercaban a los hombres lagarto.

Los sentimientos de ansiedad los inundaron. Esto se esperaba, ¿cómo podría alguien permanecer calmado en tal situación? Incluso Zenberu que tenía la determinación de morir, o Zaryusu y Shasuryu estaban temblando aun cuando lo ocultaban bien.

Momentos después, el que abría el camino en el bosque se reveló a sí mismo. Al mismo tiempo se detuvieron los golpes en los escudos.

En el espacio espeluznantemente silencioso, un círculo azul pulido apareció ante ellos. Si no fuera por las densas nubes, no habría forma de decir que tan brillante sería su reflejo.

El gran cuerpo de 250 centímetros de altura se veía como un insecto parado en dos patas. Su apariencia era la de una hormiga o mantis, un híbrido nacido de un demonio retorcido.

Su duro exoesqueleto tenía un aire gélido en él, brillando como polvo de diamante.

Tenía una cola con púas que era del doble de su tamaño y unas mandíbulas poderosas que parecían lo suficientemente fuertes como para partir el brazo de un hombre de una mordida.

Tenía cuatro brazos con garras y brillantes guanteletes adornaban cada uno. Llevaba un collar alrededor de su cuello y unos brazaletes de plata adornaban sus piernas.

El poderoso ser a la par del Overlord de la Muerte, hizo su aparición.

¿Entonces éste es Cocytus?

El corazón de Zaryusu se aceleró y su respiración se tornó dificultosa.

Ninguno de los hombres lagarto habló. Sus ojos fueron atraídos al monstruo que se había revelado, incapaces de alejar sus miradas. Incluso aunque estaban asustados, estaban demasiado aterrados como para apartar la vista.

El grupo retrocedió inconscientemente. Ya sean los hombres lagarto que habían venido con entusiastas espíritus de pelea o Zaryusu y los otros que habían venido con la determinación de morir, todos estaban aturdidos frente a un poder dominante.

(Sé que el Overlord de la Muerte se estaba conteniendo, pero cómo imaginar lo aterrador que sería un ser tan poderoso con la determinación de luchar.)

Incluso con la magia que podía suprimir el miedo, el impulso de escapar había surgido desde dentro de Zaryusu. Era un milagro que los otros hombres lagarto que no estaban protegidos por tal hechizo no hubieran corrido.

Cocytus se acercaba lentamente.

Ingresó a los humedales, dejando atrás con arrogancia a los esqueletos.

Cocytus se detuvo aproximadamente a treinta metros de los hombres lagarto, en la cima de un pequeño montículo. Luego movió su cara como de insecto en su largo cuello. Parecía estar buscando a alguien.

Zaryusu sintió la mirada de Cocytus detenerse en él momentáneamente.

«Muy bien, Ainz-sama está observando, así que demuestren su fuerza. Pero antes de eso, 「Pilar de Hielo」 (Ice Pillar).»

Con la activación del hechizo, dos pilares de hielo brotaron entre los hombres lagarto y Cocytus, separados por 20 metros entre sí.

«Esto podría ser descortés con los guerreros que vinieron con la determinación de morir, pero sepan esto, sólo la muerte le espera a todos aquellos que crucen estos pilares de hielo.»

Cocytus cruzó dos de sus brazos, su lenguaje corporal pareció señalar que les dejaba la decisión a los hombres lagarto.

«Hey, hey, inesperadamente es un buen tipo…»

Zaryusu asintió estando de acuerdo cuando oyó el comentario de Zenberu.

Luego dio un paso al frente. Zenberu, Shasuryu y los otros dos Jefes de Tribu lo siguieron.

Shasuryu se dio la vuelta y les dijo a los guerreros que los seguían:

«Ustedes quédense aquí… no, vuelvan al pueblo. Si no… morirán por nuestra culpa.»

«¿Qué? ¡También queremos luchar! Es aterrador… pero incluso así, ¡queremos luchar!»

«No hay cobardía en retirarse, seguir viviendo requiere más coraje.»

«Pero…»

«No todos los hombres lagarto pueden volver, así es como es. Como Jefes de Tribu, no podemos permitir que otros nos conquisten sin luchar, ¿correcto?»

«Pero Jefe, también queremos pelear.»

«¡Deténganse jóvenes! ¡Lárguense, váyanse de este lugar, déjennos el resto a nosotros los veteranos!»

Los hombres lagarto que se abrían paso hasta el frente eran mayores, pero no tanto como para llamarlos viejos. Eran 57, y los otros hombres lagarto no pudieron decir nada luego de ver sus rostros.

Si hubieran mostrado determinación o resignación, los otros hubieran seguido insistiendo en ir con ellos. Pero sus expresiones eran de súplica, les rogaban a los jóvenes que sigan viviendo.

Sin palabras, los guerreros jóvenes se retiraron con renuencia.

Shasuryu se volvió hacia Cocytus una vez más.

«…Mis disculpas por la espera, Cocytus.»

Cocytus extendió uno de sus brazos, doblando un delgado dedo, haciéndoles un gesto para que vinieran por él. Ante la provocación del enemigo, Shasuryu gritó a pleno pulmón:

«¡A la carga!»

«Warrghhhh!»

Los hombres lagarto, que se habían preparado mentalmente, gritaron desde lo profundo de sus corazones y se precipitaron hacia Cocytus.

Cocytus miró fríamente a los guerreros que se acercaban corriendo.

«…Siento hacerles esto, guerreros, pero permítanme reducir sus números.»

Cocytus no perdería incluso si todos los guerreros lo atacaban al mismo tiempo, pero tenía que escoger a sus oponentes.

Personalmente, Cocytus quería mostrar su respeto como guerrero y luchar a una distancia en la que el enemigo pudiera atacarlo. Pero tenía una deuda con su amo, así que sería descortés mostrarle una pelea entre un Guardián de Nazarick y una muchedumbre descontrolada.

Cocytus liberó el sello de su aura.

La habilidad de la clase ‘Caballero de Nilfheim’ —「Aura congelante」 (Frost Aura). Esta habilidad especial usaba un frío extremo para hacer daño y reducir ligeramente la velocidad de los oponentes. A máxima potencia, afectaría incluso a los hombres lagarto que observaban desde el pueblo. Cocytus no deseaba eso.

Contuvo su poder.

Limitar el rango, reducir el daño.

«Así está bien…»

Con Cocytus en su centro, el frío extremo cubrió un radio de 25 metros.

Afectada por el frío extremo, la temperatura cayó drásticamente, haciendo que el aire gritara.

«…Hmmm, eso debería bastar.»

Cocytus selló su aura.

Sucedió en un instante, el increíble frío había desaparecido como si hubiese sido una ilusión. Pero definitivamente no lo fue. Los cuerpos de los 57 hombres lagarto en los humedales eran prueba de ello.

Sólo cinco podían moverse aún, y eran los cinco más fuertes entre los hombres lagarto. Ellos no se intimidaron por la muerte de sus camaradas ni por la habilidad de Cocytus, moviéndose como si fueran uno.

Una roca voló a través del aire. Un hombre lagarto en armadura de cuerpo completo dirigía el ataque con otros dos hombres lagarto detrás. Las hadas de los humedales se movían lentamente detrás de los dos hombres lagarto con sus cuerpos resquebrajados por el frío. El último hombre lagarto en la parte posterior seguía usando hechizos.

El primer ataque fue la roca dirigida a la garganta de Cocytus. Sin embargo, ese ataque no sirvió de nada porque…

«…El equipamiento de todos los Guardianes tiene capacidades defensivas contra proyectiles.»

Una barrera invisible pareció bloquear la roca.

El hombre lagarto dirigiendo el ataque fue el siguiente. Llevando uno de los cuatro tesoros pasados de generación en generación. La armadura de Hueso de Dragón Blanco. Era lo suficientemente fuerte como para bloquear a Frost Pain que también era otro de los cuatro tesoros, la armadura más dura conocida por los hombres lagarto.

Enfrentándolo, Cocytus sacó una espada de la nada, cómo si la espada hubiese estado escondida en el aire.

La odachi* que Cocytus sacó, con una longitud que superaba los 180 centímetros, era conocida como ‘Espada Real Mata Dioses’ (Royal Blade God Slayer). Era la que tenía más filo entre las veintiuna armas que poseía.
(*Espada larga. https://es.wikipedia.org/wiki/%C5%8Cdachi)

A continuación, cortó al hombre lagarto ante él.

La espada que cortó el aire hizo que éste aullara un sonido tranquilo. En una situación diferente, uno podría querer oír este sonido nítido.

Luego del sonido, el cuerpo del Jefe de Tribu se partió a la mitad junto con su armadura, cayendo a la izquierda y a la derecha sobre los humedales.

La Espada Real Mata Dioses no había sufrido daños luego de partir la armadura de mayor dureza de los hombres lagarto.

Los dos hombres lagarto detrás no se alteraron por la espantosa muerte de su camarada, atacando de ambos lados con las armas en alto.

«¡Shyaa!»

En la derecha estaba el ataque con el borde de la mano de Zenberu, potenciado por 「Arma de Acero Natural」 y 「Piel de Acero」. Fue dirigido a máxima potencia hacia la cara de Cocytus.

«¡Warrrrghh!»

A la izquierda estaba Frost Pain, dirigida hacia su abdomen.

Este ataque a corta distancia tomaba ventaja de que las armas largas eran más difíciles de usar a corta distancia.

Pero por supuesto, eso sólo se aplicaba a la gente normal.

Cocytus giró levemente su cuerpo y usó su espada para bloquear el brazo de Zenberu desde la derecha. Sus movimientos fueron fluidos y elegantes, como si el arma en su mano fuera parte de su cuerpo.

Con la habilidad 「Piel de Acero」, Zenberu estaba a la par del acero en términos de dureza. Pero el choque anterior con la armadura mostraba qué tan filosa era en realidad la Espada Real Mata Dioses.

La espada se hundió en su brazo de manera fluida como si estuviese cortando a través de agua.

«¡Ugghhhh!»

Mientras la sangre salpicaba del muñón derecho de Zenberu, la otra mano de Cocytus ya había atrapado entre los dedos a Frost Pain, que se dirigía a su abdomen.

«…Oh, ya veo. Ésta es una bonita espada…»

«¡Tch!»

No pudiendo liberarla, Zaryusu renunció a Frost Pain y pateó a Cocytus en la rodilla. Cocytus no esquivó y tomó el ataque de frente. Al final, aunque fue Zaryusu el que había pateado, fue él el que sufrió un dolor intenso.

Era la misma sensación de patear un muro de acero con todas tus fuerzas.

«「Sobre magia: Curación de Heridas Leves en Masa」 (Over Magic: Mass Cure Light Wounds)»

Luego de gastar una gran cantidad de mana, podía usar un nivel superior de magia que no era normalmente accesible, Shasuryu lanzó un hechizo de curación en masa reforzado por un mejoramiento mágico.

«Fumu…»

Cocytus pareció intrigado mientras miraba a Shasuryu que había usado un modificador de hechizos que él no conocía, pero las dos hadas de los humedales bloquearon su visión. Las hadas se movieron al frente de Zenberu, cuyo brazo se estaba regenerando por la magia, y atacaron a Cocytus con sus tentáculos. Incluso antes de que sus ataques lo tocaran, Cocytus las cortó impacientemente.

Mientras las hadas de los humedales se desmoronaban y se convertían en polvo, el puño de Zaryusu conectó con el plexo solar de Cocytus, con su abdomen y pecho. Y por supuesto, el que resultó herido fue Zaryusu. La piel de sus puños estaba desgarrada y sangraba.

«Molesto.»

Cocytus agitó su cola hacia el pecho de Zaryusu.

«¡Guuahhh!»

Zaryusu se sintió como una bola siendo golpeada con un bate, y con un sonido crujiente, voló alto y lejos antes de rodar sobre los humedales. Finalmente se detuvo luego de rodar, pero el dolor de su pecho y la sangre derramándose de su garganta hacían que le fuera difícil respirar.

Los huesos rotos probablemente habían perforado sus pulmones, no podía respirar incluso si quisiera, sintiéndose como si estuviera bajo el agua. El líquido cálido que se derramaba de su garganta le hacía querer vomitar. Zaryusu miró a su pecho y vio la sangre fluyendo de sus heridas por la cornada de unas púas afiladas.

Un solo golpe había dejado a Zaryusu en este lamentable estado.

Zaryusu, que intentaba respirar con todas sus fuerzas, miraba intensamente a Cocytus, que se estaba acercando para darle el golpe final.

«Ya que aún conservas la voluntad de luchar, te devolveré esto.»

Cocytus arrojó a Frost Pain al lado de Zaryusu y lo ignoró, volviéndose para enfrentar a los hombres lagarto que quedaban.

Shasuryu usó magia curativa en Zenberu que había regenerado el brazo pero había perdido mucha estamina.

Justo antes de que Cocytus los alcanzara, otra roca voló hacia él para desviar su atención. Pero fue en vano ya que fue bloqueada fácilmente.

«…Irritante.»

Cocytus murmuró y extendió un brazo hacia el Jefe de la Tribu Colmillo Pequeño.

«「Carámbano Penetrante」 (Piercing Icicle)»

Docenas de carámbanos* tan gruesos como un brazo humano llovieron en un ataque de área amplia.
(*Estalactita de hielo)

El hombre lagarto que estaba dentro del rango del ataque fue perforado instantáneamente por los carámbanos.

Uno golpeó su pecho, otro golpeó su abdomen, otro su muslo derecho, todos los carámbanos penetraron su cuerpo fácilmente.

El Jefe de Colmillo Pequeño, el hombre lagarto con las mejores habilidades de guerrilla cayó muerto sobre los humedales como una marioneta a la que le habían cortado las cuerdas.

«¡Waarrghhh!»

«¡「Sobre magia: Curación de Heridas Leves en Masa」!»

Zenberu salió corriendo mientras Shasuryu usaba magia de curación una vez más. Zenberu estaba ganando tiempo para que Zaryusu se recuperara.

Él sabía que era imprudente y qué tan insignificante era ante la fuerza de Cocytus. Incluso así, Zenberu no dudo en enfrentarlo.

Cuando Zenberu estuvo dentro de su rango, Cocytus blandió tranquilamente a la Espada Real Mata Dioses.

El golpe fue más rápido que la visión dinámica de Zenberu.

Su velocidad sobrepasaba por mucho la agilidad de Zenberu.

La espada cortó fácilmente su cuerpo…

La sangre salió a borbotones del cuerpo decapitado de Zenberu y éste colapsó sobre los humedales. Momentos después, su cabeza cayó al suelo.

«…Bueno entonces, quedan dos… He oído de su fuerza de parte de Ainz-sama, entonces ustedes dos realmente son los que lograron llegar al final.»

Cocytus que no se había movido ni un solo paso desde el inicio de la batalla, miró a los dos que quedaban y agitó su espada. La espada pareció emitir un humo blanco, y la sangre y los restos en ella desaparecieron sin dejar rastro. El movimiento fue tan elegante que parecía capaz de acabar con todo en el mundo.

Zaryusu se había recuperado lo suficiente como para ponerse de pie y Shasuryu había tomado la espada en su espalda. Los dos haciendo frente a Cocytus en una formación de pinza. Zaryusu tomó algo de la sangre que caía de su herida y se pintó la cara con ella.

Parecía la pintura de guerra usada para invocar a sus ancestros, para que desciendan sobre ellos.

«Hermano menor, ¿cómo están tus heridas?»

«Nada bien, aún siento el leve palpitar de un dolor punzante. Aunque todavía puedo usar mi espada unas cuantas veces.»

«Entonces es así… ¿Eso debería bastar cierto? En realidad, mi mana se ha agotado, perderé la conciencia si no tengo cuidado.»

Shasuryu apretó los dientes, probablemente estaba riendo. La expresión de Zaryusu cambió cuando oyó eso.

«…¿A sí? Te estás exigiendo demasiado, hermano mayor.»

Zaryusu suspiró suavemente con una sonrisa y relajó sus hombros. Su brazo en el que sostenía la espada descendió.

Un dolor intenso golpeó su pecho, pero Zaryusu hizo todo lo posible para ignorarlo.

No abandones las esperanzas hasta el último momento, Zaryusu seguiría sosteniendo su espada.

Desde un comienzo, él sabía que no había oportunidad de ganar.

La derrota era inevitable, pero no podía simplemente rendirse.

Rendirse significaría haber estafado y robado las vidas de incontables hombres lagarto, habiéndoles mentido diciéndoles que saldrían victoriosos. Ya que habían hombres lagarto que le creían a este mentiroso, él no aceptaría la derrota.

Dando todo de sí hasta el último momento…

«¡Todavía puedo blandir mi espada!»

El rugido de Zaryusu hizo eco en los alrededores.

El sonido que pudo oírse provenía de los dientes que sobresalían de la boca de Cocytus.

«Un buen rugido…»

Cocytus probablemente estaba riendo. No era el sonido de alguien poderoso mirando con desprecio a los débiles, sino el de un guerrero reconociendo a su igual.

«Muy bien, hermano menor. Luchemos hasta el mismo final.»

Shasuryu rio también.

«Está bien… Mis disculpas por la espera, señor Cocytus.»

Cocytus simplemente se hundió de hombros en respuesta a las palabras de Zaryusu.

«No te preocupes, sería muy descortés interrumpir la despedida de dos hermanos. Prepárense para morir… Ah, parece que ya lo están, ¿no es cierto?»

Frente a Zaryusu y Shasuryu que dieron un paso adelante, Cocytus agitó su espada y dijo:

«Digan sus nombres.»

«Shasuryu Shasha.»

«Zaryusu Shasha.»

«…Los recordaré, los recordaré a ustedes dos, guerreros. También tengo que disculparme, normalmente lucharía con un arma en cada mano… No los estoy menospreciando, pero no son lo suficientemente fuertes como para que lo haga.»

«Realmente una pena.»

«Absolutamente correcto, ¡vamos!»

Los dos se lanzaron hacia Cocytus, haciendo salpicar el agua de los humedales mientras corrían.

La ligera diferencia en sus velocidades hizo que Cocytus se sintiera intrigado.

No entrarían a su rango de ataque al mismo tiempo, Shasuryu era más rápido. Sospechando que el enemigo tenía un plan en mente, Cocytus esperó con impaciencia a que atacaran.

El primero en estar dentro del rango fue Shasuryu y Cocytus lo siguió de cerca, preguntándose qué haría.

Shasuryu se detuvo justo fuera del rango de la espada de Cocytus…

«¡「Atadura de Tierra」!»

Lanzó un hechizo.

Numerosas cadenas hechas de barro volaron hacia Cocytus y Zaryusu usó esa oportunidad para atacar. Para hacer más difícil que su enemigo midiera su rango de ataque, Zaryusu ocultó a Frost Pain detrás de su espalda.

El anuncio anterior de Shasuryu de que su mana se había agotado había sido un truco para engañar a Cocytus. Si hubiera caído, Cocytus podría ser atrapado por las cadenas mágicas y ser golpeado por Zaryusu que atacaba desde atrás.

Sin importar que tan duro fuera su exoesqueleto, Zaryusu debería de ser capaz de romperlo usando toda la fuerza de su cuerpo en una puñalada. Zaryusu que había abandonado toda la defensa en favor del ataque, definitivamente asestaría un poderoso golpe.

(Parece muy confiado en su espada.)

Cocytus podía ponerse en su lugar. Justo como él, Cocytus sentía emociones intensas por sus armas, especialmente la espada que ahora tenía en la mano. Tenía fuertes sentimientos por esta arma que había sido usada por su creador en el pasado. Era por eso que estaba usando la Espada Real Mata Dioses a pesar de la diferencia en sus fuerzas de pelea, era una muestra de su más grande respeto.

Sin embargo, se equivocaban en una cosa. Su oponente en este momento era el Guardián del quinto piso de Nazarick.

«…Un hechizo lanzado por alguien de un nivel más bajo que el mío no logrará atravesar mi defensa.»

Las cadenas de lodo rebotaron antes de poder tocar a Cocytus, cayendo de vuelta a los humedales como placas de barro. La magia de bajo nivel no podía penetrar la defensa mágica de Cocytus.

«¡「Ráfaga Congelante」!»

Con un rugido que vino de su espalda, Cocytus fue cubierto por una neblina blanca.

Un esfuerzo inútil.

Cocytus, que era completamente inmune a ataques congelantes, simplemente abrazó la gentil briza congelante mientras esperaba que Zaryusu o Shasuryu entraran en su rango de ataque.

Un instante después, el momento que había estado esperando había llegado. Pero Cocytus dudó ligeramente, preguntándose si cortar sus cabezas sería suficiente para detenerlos.

Enfrentando a Zaryusu que había abandonado completamente su defensa, decapitarlo podría no detener su ataque. La imagen de un cuerpo decapitado atacándolo apareció en la mente de Cocytus. Si éste era el caso, entonces tomaría sus brazos, y luego la cabeza.

(No, esa no es una muerte lo suficientemente limpia, los acabaré de un golpe.)

El temerario ataque de Zaryusu era demasiado lento para Cocytus.

La figura negra vagamente visible, la espada blandida por Zaryusu, fue atrapada por los dedos de Cocytus como lo había hecho anteriormente.

Cocytus no sintió ningún ataque frío en sus dedos, probablemente Zaryusu sabía que era inútil contra él y no había activado esta habilidad.

El inesperadamente rápido ataque fue bloqueado tan fácilmente por Cocytus, que le hizo dudar. Pero las dudas sólo duraron un instante, él acabaría a su oponente con un corte de su espada, no había razón para pensarlo más.

Y luego sólo quedaría uno más.

(Entonces era sólo un ataque temerario)

Cocytus que se sintió decepcionado, estaba a punto de blandir su espada cuando cambió de opinión.

(Ya veo.)

«¡Warrghhh!»

Con un rugido una espada gigante atravesó la niebla helada. Shasuryu cortó a través de la niebla con tanta fuerza como para dispersarla.

Tanto las 「Ataduras de Tierra」, el ataque de Zaryusu o la 「Ráfaga Congelante」, todas estas eran sólo carnadas.

Cocytus necesitaba ser cuidadoso del ataque de apuñalamiento de Frost Pain, pero la amenaza de la espada de Shasuryu era mayor. Esta debía ser la verdadera intención del enemigo, pero…

«Si quieres llevar a cabo un ataque sorpresa, debes hacerlo en silencio.»

Si no podían ocultar sus pasos mientras corrían sobre el agua, entonces no era realmente un ataque sorpresa. Cocytus estaba desconcertado, ¿realmente esto valía el daño que estaban sufriendo por la 「Ráfaga Congelante」? ¿O se estaban esforzando en vano?

Pero era un hecho que el enemigo estaba dentro de su rango de ataque.

La única arma de Zaryusu estaba inmovilizada, haciendo que éste se encontrara indefenso. Esto sólo cambiará el orden en que los mataré. Luego de llegar a esta conclusión, Cocytus blandió la espada en su mano.

Un corte.

La espada de Shasuryu se partió en dos. Incluso antes de que su cuerpo golpeara el suelo, Cocytus retiró su espada, planeando seguir con el ataque a Zaryusu…

En ese momento, los dedos de Cocytus que sostenían a Frost Pain se resbalaron.

El sorprendido Cocytus miró sus dedos, preguntándose por qué la espada que había estado agarrando se estaba resbalando.

En la niebla, Cocytus pudo ver que tanto sus dedos como la espada estaban cubiertos de un líquido rojo.

En un instante, Cocytus entendió por qué sus dedos se habían resbalado.

…¿Sangre?

Confusión.

Cocytus trató pensar en el lugar en el que la espada de Zaryusu pudiese haberse manchado, y lo entendió luego de ver la cara de Zaryusu a través de la niebla.

La sangre que Zaryusu había esparcido en su rostro no era pintura de guerra. La había usado para cubrir su espada.

La 「Ráfaga Congelante」 no tenía la intención de dañar a Cocytus o esconder la posición de Shasuryu, era para ocultar la sangre en la espada. Ésa también era la razón por la que había ocultado la espada en su espalda.

Cuando Cocytus detuvo el ataque de Zaryusu la primera vez, usó sus dedos para hacerlo. Zaryusu recordó eso y apostó a la pequeña posibilidad de que sucedería nuevamente, creando este escenario con todo su ingenio. Una oleada de electricidad pareció atravesar el cerebro de Cocytus.

(¡Fue en ese entonces! ¡Era por eso que el ataque se sintió tan débil! ¡Esa fue la razón! El plan de usar su sangre no funcionaría varias veces. Así que estaba engañándome, haciéndome pensar que era fácil tomar su espada, ¡así que se contuvo!)

La espada se resbaló lentamente, acercándose al cuerpo azul pálido de Cocytus. Con sólo dos dedos húmedos, incluso Cocytus no podía detener la espada con todo el peso del cuerpo y la fuerza de Zaryusu detrás de ella.

Si el lugar donde la hubiera tomado estuviese un poco más lejos, Cocytus podría ser capaz de hacer algo, pero a esta distancia, no había nada que podía hacer.

Cocytus se conmovió tanto que tembló.

Había hecho falta mucha suerte, pero era una apuesta que necesitaba ganar cada una de las rondas. Y lo más importante, no era posible sin Shasuryu.

Shasuryu probablemente no había sabido cual era el plan de Zaryusu, pero el hermano mayor confiaba en su hermano menor completamente y se sacrificó. El inútil ataque sorpresa y el rugido fueron hechos con la esperanza de desviar su atención por un instante de su hermano menor.

Y realmente había sido sólo un instante.

En ese breve momento —mientras Zaryusu deslizaba a Frost Pain con todas sus fuerzas— la mandíbula inferior de Cocytus se movió.

«Asombroso…»

La espada cortando a Cocytus, fue fácilmente bloqueada. Su cuerpo con un ligero brillo azul no tenía ni un rasguño.

Éste era el resultado de la diferencia de poder entre el NPC del más alto nivel en Nazarick y el hombre lagarto.

«Lamento decirlo, poseo una habilidad especial que anula temporalmente el ataque de armas de bajo nivel. Si activo esta habilidad, tus ataques serán inútiles.»

Fue un espléndido golpe, incluso Cocytus sintió que era digno de dejar una marca en su cuerpo como signo de su respeto a este guerrero. Sin embargo, como un Guardián luchando ante el Ser Supremo, no podía hacerlo.

Cocytus intencionalmente dio medio paso atrás, salpicando barro que ensució su hermoso cuerpo azul.

Fue sólo un pequeño paso.

Un paso atrás no significaba nada, incluso si se movía no cambiaría nada. Zaryusu estaba perdido y Cocytus definitivamente vencería.

Pero este paso era una muestra del elogio del dominantemente fuerte Cocytus hacia el débil Zaryusu.

Zaryusu se resignó a su destino, con una sonrisa clara en el rostro que sólo aquellos que han dado lo mejor de sí pueden mostrar. Cocytus blandió la Espada Real Mata Dioses hacia él…

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AKNovelas

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